Te invito a mi habitación.

Te invito a mi habitación.

Porque problemas son problemas..

Estaba leyendo una carta de una amiga que me hizo para mi cumple del año pasado, pasé por el espejo y me vi. Pensé en lo feliz que era en ese momento, pensé en pequeñas acciones que tuve y recibí durante el año que me dieron felicidad. Ir por mi cuarto y encontrar más de un millón de cartitas que digan cande te quiero o cualquier boludes así.
Este año aprendí mucho, no solo la vida te da golpes sino que también te sorprende. Me pongo a pensar de acá un año y no puedo creer todo lo que pasó. Cosas demasiado buenas y cosas demasiado malas. No puedo decir fue el mejor año de mi vida, porque sin duda, no lo fue. Pero puedo rescatar miles de momentos lindos de los cuales, no me arrepiento. Aprendí que nada esta dicho y que nadie tiene la razón. Aprendí que nadie puede dar certezas. Aprendí a ser tolerante (aunque todavía no llevo a cabo mi aprendizaje) Aprendí a llorar.
Si bien las cosas llegan solas y cuando menos las esperas. Pero también uno debe moverse si quiere conseguir algo porque tampoco caen del cielo (lo sé es contradictorio pero es realmente verdad)
Estoy contenta, me gusta quien soy y qué hago. Aunque siempre hay algo que no hago que quisiera hacer y ser algo que no soy. Pero también hay que saber darle tiempo al tiempo.
Buah, nada.

Seguidores